La compañía cementera Cemex ha solicitado una nueva Autorización Ambiental Integrada (AAI) en su planta cementera de Buñol, lo que supondría sustituir en un 90% el coque de petróleo por combustibles alternativos procedendes en su mayoría de la fracción de rechazo contenida en los Residuos Sólidos Urbanos (RSU).

Según Tomás Sánchez-Corral Gómez, el director de Operaciones de Cemex en la Comunitat Valenciana, actualmente la fábrica de Buñol está muy cerca de una cifra de sustitución de combustibles alternativos del 60%. El uso de estos combustibles permite ahorrar emisiones de CO2, lo que permite mantener un nivel de competencia con otros países donde no se aplican los estrictos controles medioambientales europeos.

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