España se sitúa en la decimosegunda posición de los países de la Unión Europea en gestión de residuos municipales, según un informe presentado recientemente por la Comisión Europea en el que se evalúa la manera en que los Estados miembros los gestionan. El texto califica a los 27 Estados miembros respecto a 18 criterios, poniendo en evidencia las grandes diferencias que se registran entre la mayor parte de los países del Sur de Europa y los del Norte.

A pesar de ser mayores generadores de residuos, los países del Norte de Europa son más eficientes en su gestión y cuentan con sistemas de recogida de residuos que permiten la práctica inexistencia de vertederos, en los que depositan menos del 5% de sus residuos. Estos países, según los datos que evalúa la Comisión, cuentan con sistemas de reciclado y capacidad de tratamiento suficiente, además de los necesarios instrumentos jurídicos, administrativos y económicos para la adecuada gestión de residuos. En el lado opuesto, Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Estonia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Rumanía reciben las peores calificaciones.

El grupo de países formado por Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España se sitúa a la cola o en los puestos intermedios de los 27. Entre ellos, España es el mejor clasificado, en el puesto 12. Sin embargo, la Comisión señala como “muy deficientes” nuestro programa de prevención de residuos, la legislación sobre vertidos y la capacidad de tratamiento.

Cabe destacar el papel que juega la industria cementera española en este proceso, contribuyendo muy activamente en la gestión de residuos mediante su valorización energética en los hornos de cemento, como ocurre en los países más avanzados en materia medioambiental de Europa y en los países más desarrollados a nivel global, como Estados Unidos o Japón. La valorización energética evita el depósito de residuos en vertedero y sus consecuencias adversas, actuando como herramienta complementaria para su gestión. En 2011, el sector cementero español sustituyó el 22,4% de sus combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos, aún lejos de países como Alemania o Bélgica, que sustituyen más del 60% de sus combustibles por residuos, y Holanda más de un 80%, pero en el camino adecuado para seguir avanzado.

Según confirmaba Worldwatch Institute en un estudio paralelo, en las regiones más ricas del mundo el volumen de generación residuos es mucho mayor que en los países menos desarrollados y podría llegar a duplicarse a nivel global en 2025, pasando de las actuales 1,3 millones toneladas anuales a 2,6 millones de toneladas, lo que podría ser muy perjudicial para aquellos países que no gestionen adecuadamente el problema.

La Comisión va a utilizar este informe para ayudar a los estados miembros con peores resultados a través de  hojas de ruta con las mejores prácticas y recomendaciones a medida sobre la manera de mejorar la gestión de los residuos.

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