La ciencia y la tecnología son las principales armas contra el cambio climático. Es tarde para
evitarlo, pero se está a tiempo de mitigar sus efectos. Y la aportación española es clave en
el ámbito de las tecnologías de la información.

El cambio climático también se ha convertido en máxima prioridad para la industria cementera, según fuentes de la patronal, Oficemen. El sector está introduciendo una serie de cambios en sus procesos de fabricación encaminados a la reducción de emisiones; desde la utilización de combustibles alternativos menos contaminantes, incluido el aprovechamiento de residuos para generar energía, hasta la investigación de los materiales de fabricación de carreteras en el rendimiento energético de los vehículos. Así como el hormigón puede convertirse en un producto ecológico «si varían los métodos con los que se produce», según fuentes del Grupo Cementos Portland Valderrivas, la filial cementera de FCC, que apuesta por utilización de pavimento de hormigón para luchar contra el cambio climático.

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