Climate Protection Potential in the Waste Management Sector

La Agencia Federal Alemana para el Medio Amiente, el Ministerio Alemán de Medio Ambiente y la Federación Alemana de residuos, agua y materias para la industria muestran en este estudio la capacidad de los residuos sólidos urbanos y la biomasa para colaborar en la lucha contra en cambio climático y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. En él se concluye que la desaparición progresiva de los vertederos en Europa sería fundamental para la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo hasta un ahorro del 32% de las emisiones en la Unión Europea en el año 2020.

Prohibir los vertederos como ha hecho Alemania, que ha reducido hasta el 24% las emisiones provenientes de sus residuos urbanos, sólo dejaría dos opciones de gestión de los residuos, por un lado la incineración y por otro la valorización energética en cementeras, es decir, convertirlos en energía calorífica para sustituir combustibles fósiles tradicionales como el petróleo.

El estudio destaca que en España un 59,5% de los residuos municipales van a vertedero mientras que en Alemania esta cifra es solo de 0,5%. Por otro lado, España se encuentra entre los países que envían a vertedero una mayor cantidad de residuos municipales por habitante: 350 kg / habitante al año, cifra sólo superada por países como Grecia (371 kg / habitante al año), Bulgaria (388 kg / habitante al año) o Irlanda (467 kg / habitante al año). Frente a estas cifras, Alemania se sitúa a la cabeza de los países que menos residuos municipales envían a vertedero con 3 kilos por habitante al año, seguido de Suecia y Bélgica (ambos con 21 kg por habitante / año).

Mediante la valorización energética en plantas cementeras se reducen al mínimo los residuos que van a vertedero y sus consecuencias adversas, entre otras la emisión de metano al fermentar, un gas de efecto invernadero que contamina 20 veces mas que el CO2. Así, en el Informe se recogen algunos ejemplos de estos tipos de residuos que en Alemania se utilizan en cementeras y que ya representan el 52% del poder calorífico de sus hornos de cemento, mientras que en España esa cifra solo alcanza el 12%.